lunes, 26 de mayo de 2008

Tosca-ROH

Ya sabéis que yo en esto de ver opera en el teatro soy una novata y esta Tosca era mi segunda opera. Sólo entrar en el auditorio de Covent Garden ya me dieron cosquillas en el estomago y ganas de pellizcarme para terminar de creerme que yo, esta pobre mortal medio averiada, estaba allí ..en medio de la historia de uno de los teatros mas importantes del mundo. La mayoría estaréis pensando que esto es literalmente una gilipollez...pero yo me siento feliz de conservar la capacidad de la niña que fui de ponerme nerviosa y excitada ante las novedades a 15 días de cumplir los 40.

Los que me conocéis un poco supongo que ya no esperareis de mí una crítica operística sobre los fiatos, legatos y demás técnicas del canto. No tengo ni idea de estas cosas...y sinceramente, muy pocas ganas de tenerla. Mi relación con la opera y la música en general es otra cosa, una cuestión puramente de sentimiento, de reacción espontánea ante lo que oyen mis oídos y ven mis ojos.
Y con esta Tosca, esa reacción fue devastadora. De inicio a fin con la emoción in crescendo hasta que en el tercer acto tenía un nudo en la boca del estomago y otro en la garganta.

Pero vayamos por partes... lo primero , la música. Pappano es genial, disfruta como un enano dirigiendo y eso se contagia a la orquesta, a los cantantes y se siente en el sonido que sacan. Brutal a veces, extremadamente delicado otras...se puede seguir la historia a través de la música y creo que el maestro Puccini se sentiría orgulloso de oír su música sonar así, capaz por si sola de provocar todo tipo de reacciones. No tengo mas adjetivos....maravilloso. Era muy bonito ver como estaba especialmente pendiente de la soprano, Martina Serafín, recién llegada para sustituir a Micaela Carosi. Desde mi posición en el teatro, el primer asiento del lateral podía ver bien esos detalles de Pappano y a mi me pareció que solo alguien muy grande , con mucha seguridad en su trabajo puede estar tan absolutamente pendiente de cada detalle, de cada momento y darle su punto perfecto. La única pega que tuve es que justo a mi lado estaban los timbales...y alguna que otra vez saltaba del asiento, una que estaba demasiado concentrada en el escenario, jajaja.

Paolo Gavanelli (Scarpia) tiene una voz bellisima, profunda y una capacidad interpretativa, especialmente en el segundo acto en el diálogo con Tosca que pone los pelos de punta. Definitivamente, comprendes porque la mujer se desespera y lo mata...Gavanelli consigue un personaje absolutamente repulsivo, baboso y malvado. Pero, al señor Gavanelli le sobran muchos kilos y se mueve mucho durante la función...así que termina muy cansado y perdiendo el fuelle para respirar. El Te Deum lo empieza muy bien, pero el "Tosca, mi fai dimenticare Iddio"no se oye, queda absolutamente tapado por la orquesta. Como he dicho antes, sube muchos enteros en el segundo acto.

Martina Serafin (Tosca) empieza el primer acto insegura, da la impresión de estar nerviosa. Pero según va avanzando la función se va encontrando mejor y canta un "Vissi d'Arte" muy muy bonito, sentido si no tanto por la voz, quizá demasiado ligera (aunque para ser sincera tampoco puedo decir muchas mucho mejores) si por la interpretación , el sentido de cada frase, sus gestos ...no lo utiliza para su lucimiento personal y lo encaja perfectamente en el momento de la función, para mí , eso es de agradecer. En los dúos del tercer acto encaja su voz perfectamente y me creo a la Tosca enamorada e ilusionada con marcharse con su Mario, muy complice con el tenor (aunque eso a mi no me parece muy difícil ;) ) cosa que al parecer Micaela Carosi a pesar de tener una voz con mas peso...no había conseguido.

Y por ultimo, Jonas Kaufmann (Cavadarossi). Cantaba por primera vez el rol en estas funciones de Covent Garden, y como me dijo mi vecina de asiento...¡ quien lo diría! . Debido al montaje, el primer acto es muy exigente para el porque esta practicamente en continuo movimiento, subiendo y bajando la escalera del andamio donde pinta. Evidentemente, su forma física es mejor que buena porque en ningún momento se siente absolutamente nada que evidencie cansancio.
El "Recondita Armonia" que no es mi aria favorita de la obra, ya te hace pensar que finalmente te van a faltar las palabras para contarlo. Además de tener una voz magnifica, que corre por todos los rincones es un excelente actor, que durante el dialogo con Tosca hace reír al publico con sus gestos y sus expresiones ante los celos de ella.
En el segundo acto, es capaz de poner los pelos de punta sin ni siquiera estar en el escenario...solo con oír sus "gritos" durante la escena de la tortura. He oído muchas veces la Tosca antes, en grabaciones..y jamás unos "gritos" (entre comillas, porque no grita, es absolutamente musical ) como esos, estremecedores. Y luego tenemos el "grito" mas famoso de la opera (puede ser que hasta incluso de la historia de la opera) el Vittoria !! Vittoria !!!. El primer Vittoria mas débil, desde el suelo tirado...y se levanta y hace temblar la sala en el segundo. Se oyó alguna gente que tiró a aplaudir después pero Pappano continuó lógicamente, no es momento de cortar "el rollo".
Pero a mi de esta Tosca lo que mas me ha impresionado es el tercer acto. Desde el montaje , hasta el niño que canta , y por supuesto ..Kaufmann. Yo no he llorado nunca en una peli, ni en el teatro...y tampoco lo hice ahí, pero jamas había sentido lo que este hombre me hizo sentir con su "e lucevan le stelle". Apoyado en un pilón (donde luego le fusilan) , acariciándolo como si fuera el cuerpo de Tosca que recuerda cuando canta...con momentos de rabia, de fuerza, de enorme delicadeza, debilidad...todo ello en su voz y acompañado de pequeñisimos gestos con las manos...no creo que hubiera alguien en aquella sala que no estuviera emocionado (mis vecinos de asiento lloraban...). Esa capacidad de pasar del agudo al pianissimo en dos segundos, de cantar con todo , la cabeza, el corazón , las vísceras...de hacerte creer que no canta para , sino que es un tio solo , recordando su vida y su amor.... . Me entusiasma esa capacidad de Jonas Kaufmann, que se muestra especialmente en los dúos, de hacer ver que canta para la persona que tiene al lado y que los demás entramos en su intimidad como si lo viéramos por el ojo de una cerradura. No canta para la galería...esa capacidad de crear intimidad y que al mismo tiempo, hasta el susurro mas leve se oiga con claridad ...me parece simplemente alucinante. Yo supongo que en la larga historia de la opera habrá habido Cavadarossis magníficos y puede ser que algunos mejores que Kaufmann pero no creo que hoy en día se pueda ver en un teatro otro mejor, con toda sinceridad.

En resumen, si no fuera porque Londres no esta aquí al lado...repetiría la función tantas veces como me fuera posible. Pero sin duda, repetiré ver a Jonas Kaufmann tantas veces como pueda y el "mardito parné" llegue y si es con Pappano dirigiendo...mejor.

2 comentarios:

  1. Pappano ha hecho una Tosca de antología, y eso que esta es mi ópera favorita y la que mejor conozco sin ninguna duda. Has escuchado una Tosca espectacular, enhorabuena!!!

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  2. Ya q es tu blog no necesito censurarme verdad? jejeje Pues ha diso una Tosca de referencia :-p la musica ha quedado como nunca he poido yo una Tosca y jamas me emocione tanto, podria repetir palabra por palarbala croncia q hice de la primera y se quedaria hasta corta!!

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